Hay una historia negra de la odontología, aquella que nos muestran los chistes, cuentos macabros, imágenes de tenazas y tornos…Y muchos de nosotros todavía guardamos en la memoria algunas de ellas.
La odontología ha cambiado mucho. Afortunadamente ya no tenemos que sentir ningún dolor, ni siquiera molestias durante los tratamientos. Se nota también el cambio en las nuevas generaciones. Ya los padres tienen mucho menos miedo que los abuelos y transmiten menos fobias a los niños.
Desde hace tiempo la mayoría de las intervenciones se hacen con anestesia local y el odontólogo puede evitarnos incluso sentir el pinchacito. Pero hay algunos procesos que son bastante largos. En el caso de los implantes, el paciente permanece algunas horas con la boca abierta, lo que resulta incómodo y cansado.
Por otro lado hay pacientes que presentan miedos muy intensos y fobias a todo lo que tenga que ver con el dentista, incluso se angustian solamente de pensar en visitar la consulta.
Para todos esos pacientes ahora también hay una solución,
La sedación consciente endovenosa.
La sedación consciente endovenosa consiste en provocar en el paciente un nivel de consciencia mínimo. Pero el paciente retiene la capacidad para responder a estímulos físicos y a órdenes verbales y respira sin necesidad de asistencia. El paciente a pesar de estar sedado, obedece las indicaciones del odontólogo y hasta puede tener conversaciones, pero no recuerda todo o parte de lo ocurrido.
En el caso de la fobia a las agujas sobreañadida, se realiza una aplicación de pomada anestésica que deja insensible el área de la piel donde se va a colocar la vía.
Son muchas las ventajas de la sedación consciente para el paciente: En primer lugar la ausencia del dolor, también la tranquilidad y el vago recuerdo que se le quedará de ese momento. Son también muchas las ventajas para los profesionales al trabajar con un paciente más tranquilo que puede colaborar y además contar con la presencia de un especialista de apoyo que se ocupará en todo momento de la anestesia. La sedación la realizan especialistas en anestesia y reanimación que permanecen junto al paciente el tiempo que dure la intervención.
Tras la intervención el anestesista se asegurará de que el paciente se encuentre consciente y orientado para darle el alta. Se recomienda también que vaya acompañado. Y si es posible que no trabaje ni conduzca ese día porque puede sentirse algo soñoliento.
El Dr Rafael Omañas nos explica un poco más en este video.
Ya no tenemos ninguna excusa para no ir al dentista gracias a la sedación consciente. Sin dolor y sin miedo, solamente piensa en tu salud.
En Artedental, en el Puerto de la Cruz, contamos con los servicios de Anestpro