La alveolitis seca es el retraso en la cura de la cavidad o alvéolo dentario después de una extracción. La alveolitis seca es una complicación de las extracciones dentales y puede resultar muy dolorosa.
Al extraer una pieza dental se forma un coágulo de sangre. Una de las misiones de ese coágulo es proteger al hueso dental y las terminaciones, tanto nerviosas como vasculares que están en la cavidad ha quedado. Este coágulo sanguíneo ayudará a al crecimiento y al desarrollo del hueso y de los tejidos que lo rodean.
En ocasiones este coágulo no llega a formarse o se desprende dando lugar a lo que se llama alveolitis seca.
Síntomas de la alveolitis seca
Estos son los síntomas que te indicarán que puedes tener una alveolitis seca:
- El hueco que ha quedado parece seco y no húmedo.
- Tienes un dolor intenso en la zona de la extracción. Este dolor puede irradiarse a otras zonas y no disminuye o disminuye poco con analgésicos.
- Se puede ver el hueso en el hueco.
- Hay mal aliento y mal sabor de boca
¿Cuál es la causa una alveolitis seca?
Hay veces en que este problema se presenta tras la extracción y otras en las que no, sin que haya una causa fija, pero todos estos factores pueden influir.
- Una extracción complicada.
- Un cirujano sin mucha experiencia.
- Una inadecuada irrigación intraoperatoria.
- El uso de anticonceptivos orales.
- Una edad avanzada.
- Fumar.
- Estar inmunodeprimido
- Unos malos cuidados tras la extracción
- Una enfermedad de las encías
Prevención y tratamiento
Cuando realizamos una extracción dental se realiza un tratamiento preventivo por odontólogo para promover la formación del coágulo y para evitar que se caiga, protegiéndo el alveolo de una posible infección (alveolitis). Esto consiste en limpiar el alveolo de restos, lavarlo y colocar una gasa impregnada (antibiótico tópico o con un analgésico).
El odontólogo puede prescribir un antibiótico por vía oral si lo considera necesario.
Se indicará al paciente cómo cuidar la zona para evitar que un mal manejo por su parte pueda hacer que el coagulo se desprenda.
Si, aun así se produce la alveolitis, se tratará con anti-inflamatorios para reducir la inflamación y el dolor y con antibióticos orales para combatir una posible infección, prescritos por el odontólogo.
Por normal general la alveolitis seca suele desaparecer al cabo de unos 10 días aproximadamente